Santa María de Roncesvalles,

antiguo hospital de peregrinos y enclave de profundas resonancias épicas
es, con toda seguridad, uno de los lugares más emblemáticos del Occidente europeo,
en cuyas dilatadas fronteras se consideró siempre el hito más relevante y entrañable
de la ruta compostelana.


 

Orreaga-Roncesvalles guarda memoria de gestas y cantares;
del paso de viejas calzadas y peregrinos agotados en ruta a Compostela;
de reyes que alzaron hospitales, iglesias, claustros y capillas;
de hospitaleros que fueron y son sacramento de acogida;
del amor por su Señora de los valles vecinos,
de su cofradía y de sus romeros,
y de sus muchas cruces

Hoy, algo nuevo despierta en Roncesvalles